talleres

COMPARTIR ES UN DELIRIO, sobre los talleres.

Espacios para cuerpos, cuerpos como espacios.
Espacios imaginativos, espacios físicos para desdoblar el cuerpo.
Abrirlo. Descolocarlo. Descuartizarlo. Cambiar su centro. Hacerlo amar, con la mirada, con la piel y todos sus sentidos. Sintiendo desde el pensamiento. Bailando desde la mente. Racionalizando desde el cuerpo.

Nos aproximamos en las sesiones desde ideas y prácticas del butoh. Y luego hacemos otras cosas. Sí, es butoh. No solo es butoh. Siempre es butoh.

Aproximarnos a estados límite como vía para sensibilizarnos. Agua. Nervios. Electricidad. Cuerpo antena. Percepción sensorial, atención y escucha de lo que acontece dentro y fuera del cuerpo. Flujo inacabable entre interior y exterior.
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Butoh es voltear al cuerpo como un calcetín. Interior afuera. Exterior adentro.
Y
Deshacer las líneas que marcan el interior/exterior, fundirnos.

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Animarnos a animarnos. Alentarnos a través de la palabra. ¡Sugestionarnos también!
La sugestión que ocurre desde la palabra, la que viene de la imaginación, o desde la mirada de alguien más.

Detenerse a percibir el movimiento mínimo del movimiento lento. Ahondar y disfrutar de la transformación que ocurre a cada instante. Llenar el tiempo, ampliarse en el espacio con la sensación.

Ser algo más es la consigna.
Algo de mi está en el otro, algo del otro está en mí. Si nos echamos un clavado dentro de nuestro cuerpo, tal vez podamos asombrarnos de lo qué tenemos en común con otras formas de vida y existencia.
Se plantea un imposible que nos obliga a repensar nuestra existencia en relación con otros.

Y ¿Qué se asoma? El deseo de ser otro ser: su temporalidad, sus gestos, su energía, su existencia. Y para ser algo más, tengo que deshacerme. Transformarme.

Desmembramiento del cuerpo, retazos de cuerpos, mares de cuerpos, los cuerpos como mar.
Ser un monstruo: atravesar la extrañeza de nuestro cuerpo al ser algo más. Ahogarse en el absurdo y ser feliz.
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Hacemos exploraciones significativas de las coreografías poéticas que creó Hijikata para sus bailarines y en las cuales el cuerpo está en transformación constante. Espacio para explorar y aproximarnos desde nuestro contexto a estas coreografías poéticas (muchas veces las palabras que he aprendido a través de la traducción de la traducción de la traducción…).
Qué sigue siendo valioso de ellas? ¿Cómo apropiarnos de la poesía de otro lenguaje? ¿Cómo apropiarnos de la experiencia que tuvieron otros cuerpos en otro momento histórico? ¿Cómo podemos movernos desde la danza butoh y moverla hacia otros lugares?.

Arrojarnos a experimentar nuestra vitalidad. 🕯

¡A movernos entre todxs! ¡Al mismo tiempo! Nadie dirige, todxs dirigen, alguien dirige, alguien desobedece.